Hermana Dorothy Stang: su muerte nos enseña cómo vivir

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EN UN LLUVIOSO DÍA DE FEBRERO de 2005 en medio de la selva brasileña, la hermana Dorothy Stang enfrentó a un par de asesinos a sueldo cuando se dirigía a una reunión para discutir una reciente oleada de casa incendiadas por los ganaderos destinada a intimidar a los campesinos pobres para que abandonaran sus tierras. “Ustedes están armados” les dijo, “pero yo no. La única defensa que llevo es la Palabra de Dios”. Comenzó a leer las Escrituras, “Benditos sean los pobres en espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. Los pistoleros escucharon por un momento, retrocedieron unos pasos y dispararon. Stang, de 74 años, murió rápidamente de seis balazos en el pecho y la cabeza.
PEOPLE carry the coffin of Sister Dorothy Stang at a cemetery in Para, Brazil on February 15, 2005. Her casket is draped in a Brazilian flag.
PERSONAS LLEVANDO el ataúd de la hermana Stang a un cementerio en
Para, Brasil, en febrero de 2005. Una bandera brasileña cubre su féretro.

Stang, de las Hermanas de Nuestra Señora de Namur, había hecho poderosos enemigos durante sus cerca de 40 años de ministerio en Brasil. Ella y otras cuatro hermanas más de NSdeN de la Provincia de Ohio fueron enviadas a Brasil en respuesta a la solicitud del papa Juan XXIII de que las comunidades religiosas asignaran una parte de sus miembros al servicio en América Latina.

Durante la década de 1960 y principios de 1970 las hermanas enseñaron y entrenaron a catequistas religiosos. Se vieron inmersas en la lucha de los campesinos por sus derechos humanos básicos contra siglos de opresión por parte de los terratenientes ricos.

A comienzos de 1970 el gobierno brasileño ofreció tierras en el interior del Amazonas a los agricultores pobres que quisieran mudarse ahí y cultivar la tierra de manera sustentable. La hermana Dorothy se trasladó a la selva para estar con los campesinos e instruirlos en cultivo sustentable y reciclado de los recursos de la selva.

Los madereros y los ganaderos, codiciosos de la tierra que los campesinos trataban de proteger, comenzaron una agresiva campaña de intimidación y amenazas contra los campesinos y su amada defensora, Stang. Se presentaron quejas ante autoridades locales y gubernamentales, pero con escaso resultado. Stang no tenía ninguna intención de irse. Había dicho poco antes de su muerte, “Estoy agradecida con la orden de NSdeN por no pedirme que me marche. Esto demuestra que estamos conscientes de las necesidades de los pobres”.

Perfil de valentía

La fidelidad al evangelio y el compromiso de Stang con la misión de su comunidad de educar y defender a los pobres es un perfil de valentía y verdadero discipulado cristiano. Stang es la primera mártir de su comunidad. Ellas se han comprometido a continuar la lucha por un mundo de justicia y paz presionando por:

  • La designación de la reserva federal prometida para los pequeños agricultores en la selva brasileña
  • La educación de los pobres del mundo en los efectos de la globalización
  • El desarrollo sustentable
  • El compromiso con el comercio justo
  • El respeto por las mujeres

Sister Dorothy StangMiles de dolientes, incluyendo a los más pobres de la región, asistieron al funeral de Stang. Algunos caminaron a través de 32 kilómetros en el lodo para estar presentes en la misa del funeral.

“Me siento como un río sin agua, como un bosque sin árboles. Es como perder a una madre”, dijo Fernando Anjos da Silva, a quien Stang ayudó a conseguir atención médica después de un atroz accidente maderero.

La muerte de Stang fue condenada en todo el mundo. “Esta es una terrible, tremenda pérdida”, dijo Paulo Moutinho, coordinador del Instituto de Investigación Ambiental del Amazonas y asociado de Stang. “Ella era una persona muy importante, una vocera del movimiento de desarrollo sustentable, con una capacidad de liderazgo tan grande como la de Chico Mendes”. Mendes fue un defensor de la selva internacionalmente conocido que fue asesinado en 1988.

La hermana Dorothy Stang no tenía la intención de ser una mártir, pero estaba profundamente comprometida haciendo el trabajo de Dios de defender los derechos humanos y promocionar la justicia.

Ella será recordada como una mujer que supo cómo vivir incluso en la hora de su muerte.

Este artículo fue compilado por los editores de VISION a partir de un tributo a la hermana Dorothy Stang en la página web de Nuestra Señora de Namur sndohio.org, y de reportajes de Larry Rohter para el New York Times, Michael Astor para la Associated Press, National Public Radio (www.npr.org), www.zenit.org, y Share the Word.

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